Utilización de la turba
Gracias a sus propiedades incomparables, la turba es utilizada en agricultura, horticultura y silvicultura. La principal utilización de la turba es en la horticultura como sustrato de cultivo. La turba favorece el crecimiento de los vegetales facilitando la penetración y el desarrollo de las raíces en el suelo, aumentando el efecto de barrera y frenando el lavado y arrastre de nutrientes. La turba permite, además, mullir los suelos arcillosos y aumentar la infiltración de agua, lo que explica la existencia de numerosos mantillos hortícolas preparados a base de turba. Sin embargo, la turba es una materia versátil que puede ser de utilidad en otros sectores. Por ejemplo, la turba es un recurso eficaz en materia de protección medioambiental porque actúa como materia absorbente; también sirve para aplicaciones terapéuticas y medicinales, y suele ser utilizada como lecho o como material de construcción. |